El miércoles 8 de julio de 2020 se presentó el último libro de Jacques Lezra “República Salvaje. De la naturaleza de las cosas” editado por Ediciones Macul. La presentación fue organizada por la Dirección de Extensión, la Facultad de Filosofía y Educación, Ediciones Macul y Programa de Teoría Crítica del Departamento de Filosofía de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Para este evento, el panel de especialistas encargados de comentar el trabajo de Jacques Lezra estuvo copuesto por Erin Graff Zivin (Universidad del Sur de California), Sergio Villalobos-Ruminott (Universidad de Michigan), Vanessa Gubbins (Universidad de Yale), Gonzalo Díaz-Letelier (Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación).
En este trabajo, Lezra insiste, desde varias perspectivas, en su concepto de institución defectiva así como también en la idea de conformación de un pensamiento político basado, en general, en la idea de conceptos defectivos. A pesar de que la invitación que hace Lezra a considerar las implicaciones del concepto de ‘defectividad’ dentro de la forma de pensar lo político en nuestros días pueda entenderse como una invitación a ser escépticos con relación a la composición y cohesión de los conceptos tradiciones a partir de los cuales desde la temprana modernidad se ha conformado el lenguaje sobre lo político, esta invitación es más bien una excusa para pensar en la fragilidad de todo concepto y de toda forma de interpretación. En otras palabras, Lezra nos invita en “República salvaje. De la naturaleza de las cosas” a considerar la realidad operativa y material de todo acto de conceptualización, la cual, lejos de mostrarnos a los conceptos como realidades homogéneas capaces de trascender los límites temporales y sociales desde las cuales nacen, nos los muestran siendo heterogéneos, sometidos constantemente a operaciones de traducibilidad que los reconfiguran y re-adaptan a nuevas circunstancias.
En el texto, Lezra también aborda el problema de la defectividad de los conceptos desde distintos registros ya que no solo analiza este asunto desde ángulos predominantemente analítico-académicos, sino que también lo aborda desde una mirada dialógico-personal la cual le permite al autor señalar que solo la mundaneidad de los conceptos nos muestra su defectividad genética, esto es, su naturaleza inestable fragmentaria y en permanente reconstrucción.